Llegan las Navidades y con ellas un sinfín de compromisos que nos llevan a sobrepasarnos en nuestras rutinas diarias y que nos hacen preguntarnos ¿seremos capaces de sobrevivir a las navidades y llegar sanos y salvos al 8 de enero?

Sé fuerte. Llegarás. Seguramente con unos kilos de más (según varios estudios de 2 a 4 kilos), y probablemente con menor grado de paciencia. Pero llegarás.

Hemos hablado con nuestro equipo de nutricionistas y psicólogos para que nos aconsejen cómo sobrellevarlo mejor y que nuestra salud no salga perjudicada.

Los excesos en las comidas

Nuestros nutricionistas recomiendan no estarse de nada durante las comidas familiares y compensar después. Es decir, si comemos en abundancia, podemos cenar más frugalmente: una pieza de fruta, un plato de verdura, una tortilla. De nada sirve ayunar para compensar. El ayuno no es depurativo, al revés, el ayuno solo servirá para que llegues con más ansia y apetito a la siguiente comida. Si tanto atracón te produce dolor de estómago, acidez, dolor abdominal e incluso vómitos, sé consecuente. Cada uno sabe donde tiene su límite, y ha de ser lo suficientemente responsable cómo para decir basta. Pasadas las fiestas y con el objetivo de reducir los kilos cogidos es recomendable que hagas 5 comidas en cantidades pequeñas. Abandona los fritos, integra en tu dieta legumbres, verduras y mucha fruta. Y recuerda que toda dieta aparte de ser equilibrada, ha de ir acompañada de ejercicio físico para que sea más efectiva. Tampoco olvides beber abundante agua. Entre 3 y 5 litros. El agua te irá bien durante el periodo navideño ya que bebemos más alcohol y el agua ayuda a eliminarlo más fácilmente, e igualmente te servirá para saciarte.

La socialización

Durante las Navidades convivimos durante muchos días con personas que no son tan allegadas como quisiéramos. Tanta reunión familiar en muchas ocasiones hace estallar viejas rencillas provocando peleas, estrés y episodios de depresión. Las buenas prácticas indican que en reuniones familiares no se han de tocar temas peliagudos. Se ha de intentar hablar de temas en que todos los comensales estén a gusto y que unan al grupo. Se han de esquivar temas como las herencias, los problemas económicos (que puede que tengan unos pero no otros), los enfrentamientos pasados, la política… Se trata de pasarlo bien y no acabar enredados en guerras absurdas.

El estrés

La organización de las navidades puede llegar a ser estresante: cómo repartirse durante las fiestas para no herir sensibilidades, qué menú ofrecer para que todo el mundo quede contento, qué regalar, qué ponerse, qué hablar, las compras de última hora… Hemos de intentar tomárnoslo con serenidad y no dejar todos los preparativos para el final, que es entonces cuando aparecen los nervios, las prisas y el estrés.

Depresión

Las Navidades pueden ser unosdías muy buenos pero también muy malos. Es una época para recordar a todas aquellas personas que ya no están, para recordar las cosas malas que han pasado durante el año… pero nos hemos de enfocar hacia el futuro, y pensar que cualquier tiempo futuro puede ser mejor que el pasado. Hay personas que no pueden superar con éxito estas fechas, y que quizás con ayuda de un psicólogo pueden solventar sus problemas y sentirse mejor con ellos mismos.

Si eres de los que te gustan las Navidades, disfrútalas y que nada ni nadie te las amargue. Si estas fechas no van contigo, no dejes que te agobien. Cada uno es libre de vivir la vida a su manera y no hemos de dejarnos encajonar en los clichés establecidos.