Existe una afección que se presenta en forma de dolor facial intenso, similar a un calambrazo eléctrico, que se distribuye en la parte inferior de la cara y de la mandíbula pudiendo afectar la zona cercana a la nariz (perinasal) y los ojos (periocular). Se llama Neuralgia del Trigémino, la afectación de uno de los nervios más largos de la cabeza y responsable de llevar la sensibilidad de tacto y de dolor desde la cara hasta el cerebro. Los doctores José Luís Sanmillan y Alberto Torres, neurocirujanos de Clínica Creu Blanca, nos dan más detalles de esta dolencia.

La neuralgia del trigémino es una enfermedad que puede llegar a ser muy invalidante ya que los episodios de dolor lancinante pueden darse en situaciones habituales de la vida diaria como comer, cepillarse los dientes, sonreír, maquillarse, hablar, beber, etc. Aunque estos episodios inicialmente pueden ser de escasa duración y espaciados en el tiempo, pueden hacerse más continuos y con duraciones progresivamente mayores.

¿A quién puede afectar?

La incidencia de la enfermedad se estima entre 4 a 6 casos cada 100.000 habitantes afectando más frecuentemente a personas por encima de los 50 años. Aunque se han identificado como factores de riesgo la hipertensión arterial y la esclerosis múltiple, el inicio de la enfermedad muchas veces no está asociado a ningún factor y se inicia de forma brusca sin relacionarse con ninguna causa.

Tratamiento

En casi el 75% de los pacientes con neuralgia, no se consigue un control de la enfermedad con tratamiento farmacológico. Sin embargo existen tratamientos neuroquirúrgicos seguros y efectivos para la neuralgia del trigémino.

Microdescomposición vascular del nervio del trigémino: en la mayoría de los casos, la neuralgia del trigémino tiene una relación directa con la compresión que ejerce una arteria o vena normal y sana del cerebro pero que contacta con el nervio trigémino en su porción intracraneal. Para ver si existe compresión del nervio, se utiliza la Resonancia Magnética Nuclear Craneal. En el caso de que exista, mediante intervención quirúrgica bajo anestesia general se procede a realizar la separación de las arterias y venas que contacten con el nervio trigémino.

Con este tratamiento se consigue la tasa de control del dolor más alta llegando a un 90% de casos en los que el dolor desaparece. Por eso la microdescompresión se considera el tratamiento más eficaz para esta dolencia.

Técnicas percutáneas: son para aquellos pacientes a los que por motivos de edad avanzada o salud no se les puede realizar una microdescompresión vascular. El tratamiento percutáneo para el tratamiento de la neuralgia de trigémino es una técnica mínimamente invasiva que ofrece también una tasa elevada de control del dolor. El procedimiento quirúrgico consiste en destruir selectivamente parte del nervio del trigémino ya sea por inyección de glicerol, por radiofrecuencia, o mediante radio-cirugía.