La hepatitis C supone un problema de salud que afecta en nuestro país alrededor del 2% de la población, siendo una de las principales causas de enfermedad hepática y la primera causa de trasplante en España. El Dr. Josep Just, del servicio de gastroenterología y hepatología de Creu Blanca nos explica la importancia del tratamiento antiviral como la puerta de la erradicación total del virus.
Pronóstico
La prevalencia de la enfermedad resulta a veces difícil de determinar dado que en muchos casos la hepatitis no da síntomas y se diagnostica de manera casual en una analítica rutinaria. Un porcentaje elevado de personas con hepatitis C evolucionan hacia la cronicidad y entre un 10% y un 30%, en caso de no poder controlar la enfermedad, pueden evolucionar hacia la cirrosis y a todo lo que conlleva en fases más avanzadas, como por ejemplo la aparición de cáncer de páncreas.
Tratamiento
La finalidad del tratamiento antiviral es curar la infección, detener su evolución y por tanto erradicar el virus de la hepatitis C. Esto es importante en cualquiera de los estadios de la enfermedad ya que está demostrado que la erradicación disminuye el riesgo de muchas de las complicaciones que pueden derivar de la enfermedad.
Según el Dr. Just, “es por esta razón que tanto los datos epidemológicos como la historia natural de la hepatitis C sugieren que todos los pacientes afectados deberían tratarse, ya que así se reducirían el reservorio de virus y evitaríamos nuevos contagios, acercándonos a la posibilidad de erradicar la enfermedad”.
Para determinar la pauta terapéutica, es fundamental conocer primero en qué fase de la enfermedad se encuentra el paciente: para ello deben valorarse aspectos como la actividad inflamatoria a nivel hepático, el genotipo del virus C, la carga viral y el grado de fibrosis.
Históricamente y hasta las últimas décadas del siglo XX, no existía la posibilidad de realizar un tratamiento antiviral con alto porcentaje de éxito. Con el tiempo, la aparición de los primeros medicamentos antivirales con actividad frente al virus C, especialmente la ribavirina, empezaron a dar porcentajes de curación algo más esperanzadores y con menos efectos secundarios.
Desde hace cuatro años, la aparición e introducción de los antivirales de acción directa como Sofosbuvir, Simeprevir, Ledipravir, Ombitasvir o Daclasvatir, cuya eficacia es superior al 90% en todos los grupos de pacientes con hepatitis C, incluidos los que ya han evolucionado a cirrosis, han supuesto un gran avance respecto al tratamiento con las terapias clásicas.
“Si seguimos con esta línea terapéutica y con los resultados actuales – augura el Dr. Just – podemos afirmar que la evolución del arsenal terapéutico antiviral nos hace pensar que la erradicación de la hepatitis C está más cerca y puede ser una realidad en pocos años”.
Información proporcionada por el Dr. Josep Just del servicio de Gastroenterología y Hepatología de Creu Blanca.