El cáncer de colon y recto supone un problema de salud importante para la población española. En 2017 se detectaron alrededor de 34.000 casos – un 15% de la población – superando a otros tan habituales como el de próstata (13%), pulmón (12%), y mama (11%). Es el tercer tumor más frecuente entre la población masculina y el segundo entre la femenina.
La buena noticia es que este tipo de cáncer es superable en el 90% de los casos. La mala es que las cifras de incidencia de esta enfermedad van en aumento por el envejecimiento de la población, el ambiente y los hábitos tóxicos. Se diagnostica ligeramente más en hombres que en mujeres y el tumor se suele localizar con frecuencia en el recto y en la región sigmoidea. Sea como sea, la gran diferencia en la superación de la enfermedad la hacen el diagnóstico precoz y la prevención.
Los hábitos juegan un papel fundamental en la aparición de este tumor. De hecho la mayoría de casos se podrían evitar con un cambio de alimentación y la incorporación de ejercicio regular. A pesar de que se han propuesto muchos factores de riesgo implicados en la aparición de este tipo de cáncer en la actualidad solo existe evidencia científica de algunos de ellos:
- Moderar el consumo de carnes rojas, muy procesadas y carnes muy tostadas hechas en contacto con el fuego
- Hacer una dieta baja en grasas y rica en fibras, frutas y verduras.
- Hacer una dieta rica en leche y productos lácteos
- Realizar una ingesta adecuada de alimentos ricos en folatos, Calcio y Vitamina D. Evitar los suplementos alimenticios
- No tomar suplementos antioxidantes
- Hacer ejercicio físico y evitar la obesidad y el sobrepeso
- Evitar el consumo de tabaco
- Moderar el consumo de alcohol
- No administrar ácido acetil salicílico, antiinflamatorios no esteroides, ni tratamientos hormonales de forma sistemática como medicamentos preventivos
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha alertado recientemente de la necesidad de participar en los programas de cribado como medida de prevención del cáncer de colon, que se puede detectar a tiempo con una simple prueba.
Pero para que la detección precoz sea efectiva, el Dr. Josep Just, especialista en digestología y responsable de la Unidad de endoscopia digestiva de Creu Blanca recomienda los controles a partir de los 50 años en población sin factores de riesgo personal o familiar que deberá rebajarse a los 40 en caso de tener antecedentes. La revisión consiste en la realización de una colonoscopia y una prueba de determinación de sangre oculta en heces. La colonoscopia además es una técnica que permite realizar intervenciones sobre algunas lesiones halladas durante la prueba como biopsias o extirpación de pólipos.
Fuera de esta franja de edad también será necesario realizar pruebas cuando aparezcan síntomas que hagan sospechar la existencia de un problema en el colon como la presencia de sangre en las heces, anemia, palpación de masas abdominales o hallazgos sospechosos en alguna exploración de imagen. En todos los casos la periodicidad de las revisiones la determinará el resultado de la prueba anterior.
La detección temprana es un factor fundamental en todos los tumores. Y es que los diagnósticos más tempranos equivalen a mayores probabilidades de curación