Los alimentos de temporada son frescos, genuinos, respetan los ciclos de la naturaleza y son buenos para la salud
Nuestros antepasados nunca se hubieran comido un tomate en enero, una naranja en agosto o un calabacín en diciembre; pero el modelo productivo actual y la globalización ha facilitado que podamos consumir gran variedad de productos en cualquier época del año. Porque puede que lo hayamos olvidado…pero la naturaleza en su conjunto funciona por ciclos y consumir productos de temporada es, en pocas palabras, mejor para la salud, el ambiente y el bolsillo.
Así que no es casualidad que la temporada de naranja sea en invierno, la temporada de alcachofas a principios de año, o que los tomates empiecen a crecer en primavera. Así es como la naturaleza nos proporciona todos los nutrientes necesarios para combatir las enfermedades o necesidades físicas propias de cada época (como por ejemplo las gripes en invierno, la deshidratación en verano, la desintoxicación del hígado después de las fiestas, etc.).
El secreto para comer sano es uno: conocimiento y planificación. Por eso hoy en este artículo os explicamos porqué consumir alimentos de temporada y os dejamos una lista de la compra muy práctica para que os la llevéis al súper este invierno.
¿Por qué es más sano comer alimentos de temporada?
Nuestro experto nutricionista de Diagnosis Médica, Xavier González, afirma que “la naturaleza es muy sabia y sabe qué es lo bueno para el organismo en cada estación del año”.
A grandes rasgos, los beneficios de un alimento de temporada son:
1. Conservan todas las propiedades nutricionales
Las naranjas y los kiwis, por ejemplo, son fuentes inagotables de vitamina C necesarias para proteger el cuerpo contra gripes y resfriados en invierno. Como sucede con todos los alimentos estacionales que tienen un cometido en nuestro organismo para cada época del año.
2. Tienen mejor sabor
Las frutas y verduras como por ejemplo las acelgas, las espinacas o las coles, están en su punto más álgido en cuanto a sabor y propiedades en la época del frío por lo que son la opción más sabrosa para un menú saludable.
3. El precio es mejor
Para que haya alimentos de fuera de temporada en nuestros comercios, deben ser importados de otros países y esto los hace inevitablemente más caros. Los productos de temporada, en cambio, los agricultores los pueden ofrecer frescos a un precio mejor. Así que además de adquirir un hábito saludable le hacemos un favor a nuestro bolsillo.
4. Son más ecológicos
Las frutas y verduras de temporada son frescas, genuinas, respetan los ciclos de la naturaleza y son fundamentales para una vida saludable.
Lista de alimentos que debe contener nuestra cesta de la compra
En invierno las opciones para una comida o cena saludable son muchas ya que con los alimentos que nos brinda esta temporada es muy fácil elaborar todo tipo de platos.
Comprar sano será mucho más fácil si seguimos esta lista de la compra:
Frutas
Los cítricos se encuentran en su mejor momento en los meses de invierno aunque su recolección empieza en otoño:
- Naranjas
- Mandarinas
- Kiwis
- Limones
- Aguacates
Verduras
La lista de verduras de invierno contiene una gran variedad de vegetales de hoja verde que en los meses del frío se encuentran en sus mejores condiciones:
- Acelgas
- Apios
- Espinacas
- Zanahorias
- Hinojo
- Brócoli
- Cebolleta
- Coliflor
- Puerro
- Col verde
- Escarola
- Lechuga
- Col lombarda
- Nabo
- Habas
- Alcachofa
Pescados
Como es habitual en esta época del año algunos pescados desaparecen durante unos meses para dar paso a otros que están en plena temporada. A pesar de que la disponibilidad de pescado varía mucho dependiendo del mes, los que encontraremos ahora en su mejor momento son:
- Gallo
- Rape
- Mero
- Bacalao
- Dorada
- Lenguado
- Salmón
- Trucha
- Pulpo
- Merluza
- Sepia
- Lubina
- Palometa
¿Cuántas raciones debemos comer para llevar una dieta saludable?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) deberíamos comer al menos 5 porciones de frutas y verduras al día y de 2 a 3 raciones de pescado a la semana.
Estos son algunos trucos para que se nos haga más fácil incorporar este hábito saludable a nuestras vidas:
1 Incluir frutas y verduras en todas las comidas. Tomar un kiwi o un zumo de naranja para un desayuno saludable ; una ración de lechuga al mediodía y unas espinacas por la noche son tres opciones fáciles con las que obtendremos más del 50% de la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras.
2 Comer tentempiés de frutas frescas y verduras crudas. Llevarse al trabajo unas mandarinas para la media mañana y unas zanahorias cortadas para la merienda son mejores opciones que las clásicas barritas energéticas. Si lo hacemos así alcanzaremos el ideal nutricional de las 5 raciones de frutas y verduras al día.
3 Consumir preferentemente frutas y verduras frescas de temporada. En invierno predominan las frutas cítricas que son muy ricas en vitamina C para reforzar nuestro organismo y los vegetales verdes que tienen infinidad de vitaminas (vitamina K, ácido fólico, magnesio, calcio, zinc, fósforo) que nos aportan los nutrientes necesario para todo el año.
4 Comer una selección variada de frutas y verduras. No vale con comer solo naranjas o ensaladas. Para notar todos los beneficios de los nutrientes de temporada la clave es alternar y consumirlos en todas las formas posibles. ¡Así llenaremos de color nuestros platos y nuestra vida!
¡ A cocinar!